Con el descaro y la falta de rigor intelectual que son sellos de marca de los partidos del establishment español, PP, PSOE y Ciudadanos pretenden utilizar el triunfo de los partidarios de la salida de Reino Unido de la UE como arma electoral contra Unidos Podemos. Prueba definitiva de que votar a cualquiera de esos tres partidos es votar lo mismo: continuidad en las políticas suicidas de austeridad que han llevado a la UE a la actual crisis. Un camino a ninguna parte.
Lo que está socavando a la UE no son las críticas de la izquierda alternativa, sino las políticas injustas impuestas por una burocracia europea al dictado de los intereses del país que la domina. La xenofobia de la extrema derecha tiene alas gracias a ellas. En la UE faltan democracia interna y políticas solidarias que la cohesionen. Tras el Brexit, las nuevas políticas que propone Unidos Podemos son más necesarias que nunca: la UE sólo tendrá un futuro si cambia.
La matanza perpetrada durante una fiesta en un club gay de la ciudad estadounidense de Orlando es una nueva tragedia en la espiral de odio en la que llevamos colectivamente sumidos desde hace demasiado tiempo. Primero se pensó que era un crimen homófobo. Después se ha sabido que el Estado Islámico reivindica la masacre en nombre de la yihad. No son dos motivaciones diferentes.
El terrorismo islámico, como proyecto totalitario que es, castiga la discrepancia y la diversidad, y cuando reclama el reconocimiento de la identidad musulmana es para imponer su visión excluyente de la misma, que hace de los musulmanes que no le son adictos sus primeras víctimas. El reconocimiento de los derechos de los homosexuales, su derecho a amar libremente, ha sido un paso de gigante en las libertades civiles. De ahí el odio que les profesan los fanáticos de todo credo. Por eso, defender a la comunidad LGTB es defender la libertad de todos
Pocos delitos repugnan más a una conciencia democrática que la tortura. Por ello, la razón para no investigar a fondo cuando se denuncia su uso no puede ser otra que proteger a los torturadores. Mientras el gobierno español reclama garantías legales en Venezuela, el Tribunal de Estrasburgo ha condenado de nuevo a España (la sexta vez en seis años) por no haber investigado suficientemente un caso de torturas: el de Xabier Beortegui, quien en 2011 denunció haber sido sometido a sesiones de asfixia con una bolsa de plástico por agentes de la guardia civil, que le golpearon también en la cabeza, testículos y costillas.
Beortegui fue detenido en una operación contra el aparato político de ETA. El mayor triunfo del terrorismo es lograr que el Estado sustituya las prácticas democráticas por otras autoritarias. Y mientras casos como este no se investiguen realmente, sólo se puede sacar una conclusión: en España se tortura.
*Link a la noticia de la condena del Tribunal de Estrasburgo: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/Tribunal-Estrasburgo-condena-Espana-torturas-investigacion-ETA_0_521797874.html