El Museo de Cera de Madrid ha retirado la escultura de Iñaki Urdangarin del grupo de la Familia Real española. Quién diría que un museo kitsch iba a ser el termómetro de la crisis institucional, una metáfora del sistema. Pero es lógico: al fin y al cabo, el Rey es el jefe del Estado español.
El sistema político nacido tras la muerte de Franco más que museo parece teatro de cera. Todo se viene abajo. El goteo de políticos corruptos es interminable. El sistema electoral diluye la voluntad del pueblo con un reparto de escaños discriminatorio. Los ciudadanos son espectadores de una obra de la que están excluidos, pero que pagan cara. El Estado de Bienestar se licua bajo la presión de los mercados. La Iglesia Católica mantiene la lacra de sus privilegios económicos y educativos. Se acaba la representación y las figuras de cera se resienten del calor de la indignación ciudadana. ¿Cuándo será el turno de los actores de carne y hueso?
Hay gente muy rara. Vamos a ver, ¿a quién se le ocurre que si un día llegan a tu casa unos hombres armados y se llevan a tu padre o hermano o hija, en fin, alguien cercano, y ya no vuelves a verlo más en la vida, te vas a quedar con un vacío dentro que nada llena? ¿A quién se le ocurre que si una noche vienen los militares o los policías o los falangistas y se llevan a tu madre o a tu abuelo y lo juzgan acusándole de haber matado a Cristo o a quien sea y lo fusilan, a ti te va a quedar el dolor sin cura de la injusticia?
No, cuando a uno le matan o le desparecen a sus seres queridos, uno debe besar la mano del obispo, agradecer al Caudillo su limpieza nacional y votar a los herederos ideológicos de uno y otro que, como el carpintero de Nazaret, se distinguen por dos siglas: P.P. ¿Rendir homenaje a las víctimas de la dictadura? ¿Recuperar los cuerpos de los desaparecidos? ¡A quién se le ocurre! Eso es para América Latina. Y si se le ocurre, piense en Garzón.
El ejército de EE.UU completará su retirada de Irak este mes, tras ocho años de ocupación. Ante la retórica, mejor que hablen las cifras. Número de víctimas entre 2003 y 2007, según las fuentes: los papeles estadounidenses revelados por WikiLeaks dan 109.032, el gobierno de Irak, 151.000; la encuesta Lancet, 654.965 y la ORB un millón. Armas de destrucción masiva halladas en Irak (razón por la que se dijo que había que invadirlo): ninguna. ¡Ups!
¿Para qué fueron entonces las tropas? Quizá aquí las siglas y los nombres comerciales ayuden a los números. Irak tiene una reserva de 115 millones de barriles de petróleo y el nuevo gobierno iraquí ha firmado acuerdos con 41 compañías petroleras internacionales, entre ellas Shell, BHP, Exxon, Total y BP. Para ello, accidentalmente, hubo que derrocar a un tirano. Ahora los pozos están de nuevo en manos de quienes los tenían antes de que los echaran hace 36 años. Misión cumplida.