Con la tozudez de los prejuicios y la arrogancia de los puros de espíritu, buena parte de los seguidores de Mélenchon afirma que va a abstenerse o votar en blanco en la segunda vuelta de las presidenciales francesas. Su equiparación de Marine Le Pen con Macron (en vez de anunciar un voto a éste con aviso de oposición a sus políticas) recuerda al discurso de los comunistas alemanes de los años 30 equiparando a socialdemócratas y nazis. Ya se sabe el resultado. Y la izquierda alternativa francesa tendrá que responder ante la Historia si con su actitud permite la victoria del Frente Nacional.
Anteponer la pureza del voto anti-neoliberal a la defensa de los intereses concretos de los millones de personas que sufrirían discriminación y persecución en una Francia lepenista (la mayoría de ellas inmigrantes) puede llevar a la nueva izquierda francesa a una cruel paradoja: la de caer en el más viejo de los errores, el sectarismo.
*Link a la noticia sobre la intención de voto de los seguidores de Mélanchon:http://www.eldiario.es/internacional/Francia-Insumisa-blanco-frente-Pen_0_639386680.html