El gobierno del PP quiere dar otra vuelta a la tuerca al garrote vil que aplica a la democracia española con una reforma electoral para que el partido más votado, ya favorecido por la ley d'Hont, se beneficie aún más. Como Franco, quiere dejarlo todo "atado y bien atado": una ley que le permita seguir gobernando aunque la oposición tenga mayoría absoluta y unos presupuestos de 2016 aprobados para que si algún otro partido llega al gobierno no tenga margen de acción.
Si la izquierda llega al gobierno debería apostar al 100% por los sectores públicos, acabar con los privilegios económicos de la Iglesia y de la banca privada y hacer una reforma electoral que asegure la igualdad a los votantes. Educación, sanidad y banca públicas y ley electoral proporcional son las cuatro patas sobre las que fortalecer la democracia. Las mismas cuatro patas que el PP ha serruchado en estos años (con la complicidad del PSOE, dicho sea de paso).
*Link a la noticia sobre el proyecto del PP de reforma de la ley electoral:http://www.eldiario.es/politica/Reforma_electoral-PP-Congreso-Rafael_Hernando_0_411909160.html